sábado, 12 de marzo de 2011

13 - Sopas de ajo

       Cuando de viaje pasamos Madrid y subimos hacia Castilla y León, llegada la hora de comer casi siempre si se podía solicitaba la sopa de ajo. Es algo parecido a lo que sucede en París con la sopa de cebolla.

       Son platos de lo mas simples, pero que para mí tienen una gran personalidad, y cosa curiosa, les apreciaba un sabor que yo no había conseguido nunca.

        Por fin, ya puedo decir que he podido cocinarlas y disfrutar de aquel sabor que apreciaba en Castilla. Es además de lo más sencillo. A mi no me salían, por complicar la receta. Paso a comentarla.

.-Ingredientes

       Ajos
       Pan duro
       Pimentón dulce
       Aceite de oliva

.- Elaboración

       Se pelan tres o cuatro dientes de ajo, para dos personas. A láminas finas se frien hasta que cambien un poco de color. Se añade una buena cucharada de pimentón, se remueve bien y se reserva.

       En un recipiente de barro de unos 30 cms. de diámetro pongo a calentar agua. Yo tengo uno que compré en un pueblo de Zamora, que a tenor de los entendidos son de los mejores del mundo. Admite desde luego utilizarlos a fuego directo. Esto no se puede hacer con otros barros, si no quieres que se fisuren.

       Mientras se calienta el agua, corto el pan duro con cuchillo de sierra a gusto de cada cual. Yo prefiero hacerlo en cuñas, de manera que pueda resultar con diferentes texturas. La cantidad, lo mismo, a gusto de cada cual.

        Cuando empieze a hevir el agua, añadimos los trozos de pan y sazonamos. Lo dejamos hervir unos 10 minutos. Añadimos los ajos, el pimentón y su aceite y dejamos hervir 15 minutos más y listo.

        Es una practica muy común añadir un huevo por persona unos minutos antes de terminar. Cuaja perfectamente con el calor residual.

        Ya veis que no hay cosa más sencilla y se tiene un plato muy rico, si es que les gusta la sopa. Y por favor, servirla siempre caliente. Ya me direis que os parece.

       Buena suerte y buen provecho

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lunes, 17 de enero de 2011

12.- Patatas al ajo cabañil

       Esta es una receta muy tipica de la cocina huertana de Murcia. La podemos encontrar con frecuencia como tapa en bares clasicos y también como guarnición acompañando sobre todo, a las chuletas de cordero a la brasa.

       Cuando se prueba por primera vez, la sorpresa de su sabor es enorme.

       Se puede también hablar de, ajo cabañil, para tratar la carne de cordero, especialmente las chuletas. En este caso, incorporaríamos el majado a las chuletas cuando estén casi listas.  En todo caso, resulta sencillísima, y muy agradable de comer.

a.- Ingredientes

       Patatas
       Dientes de ajo
       Vinagre

b.- Elaboración

       El modo tradicional consiste en freir las patatas, cortadas como para tortilla, en sartén y a fuego no muy fuerte. Por otro lado, en un mortero, machacaremos unos dientes de ajo. La cantidad depende, por un lado, de las patatas que empleemos. Por otro, de lo fuerte que nos guste el aporte de los ajos. Esto al final, como casi siempre, lo tendremos que averiguar con nuestra propia experiencia.

        Añadimos en el mortero, sal y un chorrito de vinagre, se machaca bien y se reserva.

       Cuando tengamos las patatas fritas, escurrimos los excesos de aceite y vertimos el  contenido del mortero por encima, removiendo bien para homogeneizar el conjunto. Lo mantendremos así, hasta que reduzca completamente el vinagre.

       Se pueden servir, tanto en caliente como en frio.

       Para quienes tengan menos tiempo, los pasos se pueden seguir así.

       Las patatas las colocamos en el microondas. Les vamos dando vuentas cada 4 ó 5 minutos, hasta que veamos que ya están blandas. Entonces se llevan a una sartén y las acabamos de freir. Dejaremos las patatas escurridas, casi sin aceite

        En lugar de emplear el mortero, colocamos los dientes de ajo pelados en el vaso de la batidora. Añadimos la sal y el vinagre y batimos bien. Esto lo verteremos en la sartén y mezclamos bien, hasta que veamos que los ajos tienen un poco de color, ó apenas pueden verse.

        Es un recurso muy sencillo, que nos permite acompañar desde carnes, hasta huevos fritos, ó simplemente servirlas solas como aperitivo. De verdad estan riquísimas.

       Buena suerte y buen provecho
 

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